Escribo esto desde esas latitudes horarias a las que tanto se refieren los telediarios y la radio, pero no por eso mi pensamiento está aquí. Porque il mio pensiero sigue estando en Italia, ha sido tan rápido que todavía tengo la impresión de que no ha sido una despedida, de que ese último vistazo a la plaza en realidad no ha sido el último, que todos esos besos y abrazos han sido más un hasta luego que un hasta que la vida nos vuelva a cruzar.
Han pasado 9 meses, 9 meses que se han pasado volando, casi sin darme cuenta. Porque antes de lo esperado ha llegado el final y ahora es cuando me doy cuenta de lo afortunada que he sido.
He vivido un año en Italia, en una ciudad que no es ni de cerca la más bonita pero la cual tiene un encanto que cuando lo muestra hace pensar que quizás no le tenga nada que envidiar a otras muchas.
Han pasado 9 meses, 9 meses que se han pasado volando, casi sin darme cuenta. Porque antes de lo esperado ha llegado el final y ahora es cuando me doy cuenta de lo afortunada que he sido.
He vivido un año en Italia, en una ciudad que no es ni de cerca la más bonita pero la cual tiene un encanto que cuando lo muestra hace pensar que quizás no le tenga nada que envidiar a otras muchas.
Porque dicen que los peruginos son muy cerrados pero que una vez los conoces no pueden ser más gentiles, doy fe de ello. Así es Perugia, sólo al que va a poder apreciarla se le muestra en todo su esplendor y para mí después de tantos meses su recuerdo me acompañará siempre.
Con ella he descubierto las estaciones, he experimentado el frío por primera vez en mi vida, durante semanas la lluvia ha sido una compañera más, y sobre todo he visto el tono de la luz del sol cambiaba su reflejo sobre unas piedras con más de cuatro siglos de primaveras.
Un Erasmus en Italia no estaba en mis planes, el italiano a pesar de ser una lengua musical que suena muy bien, es poco útil a nivel internacional y sinceramente tenía mis recelos.
Tampoco estaba en mis planes sobre todo en el último año de carrera.
Pero hay veces que es mejor olvidar los dilemas y dejarse llevar.
Terminado todo es quizás obligatorio hacer un balance en todos los aspectos, y aunque quizás el académico ha sido el más perjudicado, no porque haya salido mal sino porque he dejado de lado algunas cosas; el total sale más que positivo y es esto lo que tengo que recordar cuando me entren los agobios.
Arrivederci Italia, speriamo vederci lo più presto possibile.
Y Perugia, como canta Ligabue, para ti está dedicada la entrada:
E adesso che sei dovunque sei, chissà se ti arriva il mio pensiero...
Con esta última entrada me despido de la etiqueta que me ha acompañado todo el año, desde que en septiembre dí la noticia: ERASMUS.
PD: Me ha salido la entrada muy seria y un poco lacrimógena, por mi parte, pero no he podido evitarlo...
4 comentarios:
:)
Tiene que ser genial la experiencia :)
Todo lo bueno se acaba... pero tú te llevas la experiencia de estos 9 meses :)
Pues si, la verdad es que se ha pasado rápido porque recuerdo cuando dijiste que te ibas... y parece que fue ayer!!
Imagino que tiene que ser raro volver y que vas a echar de menos todo eso... pero siempre puedes ir de nuevo!! Sólo hay un avión de distancia!!
Un besitooo
Debe ser difícil adaptarse a estar de nuevo en casa después de haber pasado tanto tiempo fuera y de haber experimentado tantas cosas nuevas... Pero poco a poco lo conseguirás, y lo mejor es que los recuerdos de este año siempre irán contigo ;)
Besotes!!
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